LA UNIÓN HACE LA FUERZA

LA UNIÓN HACE LA FUERZA
(Por Popo Astudillo Méndez)
El hombre es el animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Reza un axioma muy conocido. Yo me atrevería a decir que el hombre tropieza muchas veces con la misma piedra; y tanto se tropieza que le empieza a gustar y se vuelve masoquista. El título de este artículo viene a colación, porque los que de una u otra manera andamos en el deporte desorganizado de Chilpancingo, no entendemos o no queremos entender que la unión hace la fuerza. Siempre afirmaré que deportistas, entrenadores, directivos, administradores, comunicadores y aficionados a cualquier actividad deportiva vamos en el mismo barco; pero vemos averiada la nave y no hacemos nada por repararla. Mientras cada quien jale por su lado, difícilmente el deporte en esta ciudad va a progresar, aquí donde nos tocó nacer.
Conozco el potencial de los Chilpancingueños, su solidaridad en momentos claves; y así también uno que otro defecto, como la desunión deportiva. Dicen que Iguala tiene afición, dicen que los igualtecos están más organizados que nosotros y eso si cala y duele. Andando por esas calles pendoneras, se entera uno de todo. Apenas fulanito empieza a conformar una asociación deportiva, cuando empieza a ser boicoteado, lo empiezan a boicotear a ningunearlo, en vez de apoyarlo y porque unirnos a su asociación. Me gusta citar el ejemplo de las dos ollas de cangrejos, en una están puros cangrejos extranjeros: salvadoreños, colombianos, venezolanos, peruanos; y en la otra olla puro cangrejo mexicano; en la de los extranjeros los cangrejos hacen una escalera con sus cuerpos y van saliendo uno a uno, se ayudan pues; y en la olla de cangrejos mexicanos cuando un crustáceo quiere escapar, ya casi alcanza el borde de la olla, es jalado por sus compañeros, impidiéndole escapar. Este ejemplo se resume en la siguiente frase: En México todo se perdona, menos el éxito. Aquí en Chilpancingo, a diarios se realizan proezas deportivas, de continuo se elaboran magnos proyectos que muchas veces no se llevan a cabo por causas ajenas a su autor; quizá por la falta de solidaridad.
Da envidia de la buena, cuando nos enteramos que Chilapa y Zihuatanejo, ya tienen su Instituto del Deporte y los capitalinos enfrascados en otros temas, menos en ver cómo nos organizamos para avanzar deportivamente. Estos municipios antes citados han roto paradigmas válgase la expresión, han roto huevos para hacer un omelet. En Zumpango por citar otra localidad me asombra y me conmueve como a su infancia y juventud les gusta entrenar, tiene afición y también organización deportiva. Iguala hasta hace unos años, solo tenía una liga de futbol; debidamente reglamentada con su primera, segunda y tercera división. Nada de que el futbolista el fin de semana iba a participar en tres, cuatro o cinco partidos. Aquí en Chilpancingo, cuando el “güero” Leyva era Presidente Municipal, quiso meter en orden al futbol desorganizado de esta ciudad; más se topó con pared. Nadie de los directivos o dirigentes de canchas futboleras, querían ser soldados; todos querían seguir siendo generales. Esperemos que un futuro no muy lejano nuestro municipio cuente con su instituto del deporte, y con la ley deportiva en la mano, tome el control de todos los espacios deportivos para beneficio de la comunidad deportiva.